lunes, 27 de junio de 2011

Como si fuera poco, también contaminan

Las cavas presentan un problema adicional, aunque no mortal a simple vista: una vez que fueron abandonadas se llenan de agua y basura que convierten al espejo de agua en un foco infeccioso, ya que los residuos que se arrojan generan, cuando se descomponen, unos jugos llamados líquidos lixiviados, que son altamente contaminantes. Es común ver a los niños y jóvenes que deambulan o se bañan en esas aguas, con excoriaciones o granos en la piel.

Una vez que la basura llegó a la cava, se generan esos líquidos que se escurren libremente, filtrándose en la tierra, hasta la primer napa, ubicada entre los 12 y los 20 metros de profundidad.

Aunque las comunas no extraen agua del primer acuífero, sino de otros más profundas, el peligro de contaminación de la napa de extracción de agua es un hecho, según la geóloga Mirta Cabral, miembro del Instituto de Geomorfología y Suelos (IGS): “las napas pueden ponerse en contacto, porque están separadas por estratos arenosos con poca agua, pero que permiten el filtrado de líquido. Esto sucede, sobretodo, en los lugares donde se realiza una extracción intensiva de agua”. Así sucede en Berazategui, donde electrobombas de extracción sacan agua de las napas freáticas para ser distribuida en el distrito.


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